lunes, 25 de enero de 2021


 


Cuándo podré verte 

con los ojos 

de la curiosidad desconocida, 

Desde el cercano y extraño 

primer encuentro. 


Podré volver a inspirarte tanto, 

que dejes caer unos trazos de tu mano experta 

en un elixir de colores, 

En un lienzo escogido sin azar;


Serán algún día nuestros besos 

algo tan extraordinario 

para unos labios que se conocen bien,

y se degusten con el mayor de los apetitos, 


O irrumpiré a caso en tus sueños,

Como la amante que descifra todos tus secretos, 

Quien sepa tocar todas tus teclas, 

Te haga amanecer en placeres duraderos, 

Húmedo de amor.


Dime, 

Si algún día podrás hablarme 

con el corazón empapado 

de intimidad serena, 

Con voz de alma, 

Con ojos de cristal,

Con verdades sin cortinas,

Con presencia de Vida,

Como la de un adolescente 

agarrando su magia única y fugaz.


Habrá un momento, 

en que sepas leerme tanto 

con tanta serenidad, 

Que puedas declamar 

el poema que hable de mí,

Algo súbito y Santo,

Que me deje helada de Verdad.


Será, 

Será que un hábito 

como es el acompañarse tanto, 

No empañe el impulso 

de querer regalarnos 

un paseo estrellado, 

O un canto premeditado,


Un baño de caricias 

perfumado, 

Sin escapar de la timidez 

del enamorado,


Sin guardar 


una simple lágrima 

de quien extraña 

tenerle a su lado.


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