Hombre divino,
vengo de una de tus ciudades
eres el susurro del atardecer trasatlántico
poesía de lava volcánica
el viento y aroma de lo que el Gurú conoce
y esparce entre los rebaños.
Descubriste que el imaginario posee fuente de sanación
la realidad, hoy
esta noche de luciérnagas
suspiro a mi ficción

No hay comentarios:
Publicar un comentario