De tus ojos
a mis pestañas enjauladas,
presas de tus pecudas alas
que sobrevuelan por encima del imaginario
que nos envuelve;
deja de cantarme así, tan desde el alma,
tan apagado y femenino,
ser entornecido hacia su propia sensibilidad
sublime y romántico
de sonrisa arroyadora,
de intelecto fastuoso,
de manos arduas que manejan la magia de los sonidos
y moldean cuerpos que nunca estuvieron;
acércate en mis sueños
para tan solo cerca tuya
con mi mirada pincelarte
de labios,
de mi aroma
menta fresca,
de tu cuerpo encendido,
encandilado
no me escribas más palabras...!
mi amor es pura poesía
mi corazón renace en cada nueva luna.

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