Me perdí en un gesto desconocido,
vi mi fuerza y también la magia,
y me desvanecí.
Ya todo lo que olía,
me sabe a poco
Ya no le escribo a nada ni a nadie
porque no espero,
ni confabulo.
Mi rosal está lleno de capullos al borde de la expansión infinita;
mi intelecto se vació de todos y se quedó solo en el UNO
multiplicado y dividido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario