sábado, 28 de diciembre de 2019

La parada




Yo pertenezco a un tiempo lejano,
lleno de verdor y espuma de mar
Yo pertenezco a un tiempo sin fin
en donde el hombre es hombre,
y la mujer es madre e hija,
cuidadora y emperatriz.

Yo celebro los vacíos 
como las grandes compañías, 
las palabras que hacen grietas
en las costumbres y el porvenir.

Yo me veo elocuente en mis relatos, 
Salvaje en mi mirada,
fresca como la rúcula
dulce como el durazno.

Estas curvas son la ruta hacia el paraíso 
este vientre perforado no es más que pura ilusión, 
los sudores fríos vienen de historias pasadas
donde el aire helaba y no era ni hembra ni varón.

Soy la pluma del águila 
el encrespado del risco
la ternura del cachorro,
soy el hambre y el don.


No hay comentarios:

Publicar un comentario