Cuando desaparecen todas las máscaras,
cuando ya no precisamos ni si quiera ver
ni si quiera mirarnos a los ojos
cuando ni las palábras hacen falta,
ni los actos.
Ese es el momento, en que las personalidades desaparecen
las intenciones,
los sufrimientos,
las ideas
los recuerdos...
Quedó el SER
quedó el átomo de vida que nos integra a todos
en cada uno
en nuestro corazón.
Esa es nuestra PAZ.
Morimos, renacemos. Morimos. Renacemos.
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