
Me abrazó con sus lánguidas manos y me ofreció cobijo allá en las montañas...me separó y me dijo que acá nada quedaba, mas solo intrascendente; que búsquedas térmicas solo existían a su lado, que rumbos no había sin su final, que todo había terminado en su principio y que la sabiduría habitaba dentro en lo ínfimo, allá cercano a lo infinito; me convenció constando que existía lo sin-forma ni género, ya que precisamente lo que otorgaba la vida era su contrario... me dejó claro lo que ya veía, pues siempre dentro de mis sueños había existido.
Cuadro: Frida Khalo abrazo amoroso 1949
Ya sobran las palabras pues nunca se llegó a decir nada.
Inmenso infinito... la verdad esta en las montaňas, allá arriba, donde el aire toca el alma, donde las nubes se convierten en suelo firme... donde puedes pisar sin miedo, donde puedes nadar sin agua.
ResponderEliminarQue lindo lo que escribes Arucca.
AKATL